Creo que lo que más me duele son las ganas que me quedan de conocerte un poquito más.
Siempre me pareciste interesante, ¿sabías?
Y creo vos también podrías haberte quedado feliz si me conocías, por lo menos, un poco más.
24/1/15
Supongo que tengo que culparme. A mí y a esa cabeza de "yo puedo con lo que ustedes dicen que no".
Mi cabeza.. mi cabeza es tan distinta. Mi cabeza me aniquila. ¿Por qué lo digo por acá? Bueno, fácil. Estoy tan avergonzada. Tan dolida.. que no creo poder mirarte ni a los ojos de la vergüenza. No sé por qué, no sé cuándo creí que iba a poder ser algo, que iba a poder significarte algo. Que ibas a poder sentir un mínimo de afecto, que me extrañarías, que te importaba, que te gustaba.
Y vos.. vos eras tan vos. Vos eras tan bien. Y tan mal. Pero más bien que mal, porque sonreía cuando pensaba en vos, y eso es un bien. Eras tan nuevo, tan distinto, tan fresco, tan llamativo. Brillaste desde la primer conversación que tuvimos. Te juro que brillaste.
Ojo.. no quiero que se malentienda todo esto. No estoy enamorada ni mucho menos, es decir. Dos meses no me alcanzan ni a mí para un sentimiento real. Pero yo no te cambiaba.. Yo estaba dispuesta a acostumbrarme a vos. "No creo que podamos tener algo serio nunca".
¿Qué es lo que hice mal? Eso es lo que no me dejó de dar vueltas en toda la noche. Porque sí, acá va la víctima de nuevo, desde que toqué mi cama no dormí ni un minuto. Y te juro que intenté. Sabes que me gusta la sinceridad. Me dijiste que eso te gustaba.. me dijiste tantas cosas.
Sé que no sos la muerte, sé que no sos el fin, sé que no sos angustia eterna. Pero sé que me dolés, y me dolés mucho, hoy me dolés mucho, porque creo que dabamos para un tiempo más. Te dí todo el tiempo del mundo, y un error que ya cometí te llevó a decidir todo solo, te llevó a querer alejarte. Te banqué todo lo que me hacía agujeritos porque sabía que así era como lo necesitabas, sabía que era lo que querías. Y, Dios, todos me lo dijeron. "Con él no." "Cuidado." "Vas a terminar mal vos." "Él no siente, él no quiere.". Pero por qué iba a dejarme guiar por lo que para mí no era real, si te tenía a vos del otro lado convenciéndome de que iba bien.
Sabes que amo escribir. Bah, creo que lo sabes, y por eso es que escribo tanto. Perdón. Ahora te digo que no hace falta que lo leas todo, porque tengo mucho para decir. En realidad, estoy empezando a darme cuenta de que nunca lo vas a leer, pero, qué más da, si puedo sacarmelo yo.
Y por qué no te lo dije ayer.. Porque me bloquié. Porque todo esto lo resumí en un "No, pará, no quiero" que no te importó. No quiero, no quiero todavía. Me maquineo pensando en que me dirías si yo te estuviera diciendo todo esto, y todo lo que me imagino es tu sonrisita perfecta riendose, la vergüenza en mis ojos, las lágrimas. "No, no, no, no me llores. No me grites. Ya el hecho de tener que estar acá hablando con vos me jode". (Ah, y cambio algo que dije. Sí dormí, una hora apróximadamente. Y te soñé, por primera vez te soñé. Y era una cinta de esas de los aeropuertos lleno de piedritas, pero terminaba en un pozo. Y yo era una piedrita. Y vos estabas parado en frente. Y yo avanzaba, avanzaba. Ya habíamos discutido. Y llegaba al final, y me ibas a agarrar. Juro que me ibas a agarrar. Yo no te podía ver, pero sentía tu respiración, pensando. Y entonces me dejabas caer. Entonces me caía. Y vos te ibas.)
"No te pongas mal, él es así."
¿Por qué todos me dicen eso? No puedo entender cómo quieren que no me ponga mal. Será porque ustedes tienen 18, 19, y yo 16. Y porque yo siento más. Y porque todos sabían que esto iba a pasar, menos yo. Supongo entonces, por conclusión, que es mi culpa por no haberme dado cuenta antes.
"Capaz es eso, capaz sos mucha chica para mí." "No quiero verte mal por mí".
¿Tengo que creerme algo de eso? Te juro que no entiendo. No me cierra nada. Estábamos tan bien y de una hora para la otra ya no querés verme más. Ya no te intereso. Pasó una, dos horas. ¿Cuánto te puede cambiar la cabeza en dos horas?
Bonita. Bebé. Holasosrelindachau. Taaaan lindo? Dormimos juntos ya. Cosita. Di. Val. Naranja. Valens. Kiss me hard. Tu música. Just be. Mi coreografía. Man. Vieja.
¿Tanta película me armé? Pero sí ese mismo fin de semana me habías tranquilizado. ¿Tanto podes cambiar la cabeza por un error?
Y creo que ahí está el punto. No cambiaste tu cabeza, tu cabeza siempre fue así. Tardaste un poco en decirmelo. Sabías que me importabas. Podrías haberme tirado una onda antes de que pasen cosas.
Y creo que la única conlusión que puedo sacar es que al final es mi culpa, por no haber abierto los ojos. Por ser cómo soy. Por encariñarme rápido. Porque yo me encariño rápido, yo dejo todo. Vos no sabes querer, no querés. No sé, ¿miedo? ¿experiencia?.
No sé.
Pero ahora y por un tiempo creo que yo tampoco voy a abrirme.
Pero ojo.. que duele, duele. Pero no pienses que te quiero. Porque si logré algo fue eso, no quererte. Me esforcé por no quererte, para poder quererte cuando tenga que ser. Para darte tu espacio. Porque, por más que no te hayas dado cuenta, te juro que intenté darte todo lo que me dijeron que necesitabas.
Mala mía.
Suerte, espero que algún día encuentres a alguien que no te atemorice querer.
Mi cabeza.. mi cabeza es tan distinta. Mi cabeza me aniquila. ¿Por qué lo digo por acá? Bueno, fácil. Estoy tan avergonzada. Tan dolida.. que no creo poder mirarte ni a los ojos de la vergüenza. No sé por qué, no sé cuándo creí que iba a poder ser algo, que iba a poder significarte algo. Que ibas a poder sentir un mínimo de afecto, que me extrañarías, que te importaba, que te gustaba.
Y vos.. vos eras tan vos. Vos eras tan bien. Y tan mal. Pero más bien que mal, porque sonreía cuando pensaba en vos, y eso es un bien. Eras tan nuevo, tan distinto, tan fresco, tan llamativo. Brillaste desde la primer conversación que tuvimos. Te juro que brillaste.
Ojo.. no quiero que se malentienda todo esto. No estoy enamorada ni mucho menos, es decir. Dos meses no me alcanzan ni a mí para un sentimiento real. Pero yo no te cambiaba.. Yo estaba dispuesta a acostumbrarme a vos. "No creo que podamos tener algo serio nunca".
¿Qué es lo que hice mal? Eso es lo que no me dejó de dar vueltas en toda la noche. Porque sí, acá va la víctima de nuevo, desde que toqué mi cama no dormí ni un minuto. Y te juro que intenté. Sabes que me gusta la sinceridad. Me dijiste que eso te gustaba.. me dijiste tantas cosas.
Sé que no sos la muerte, sé que no sos el fin, sé que no sos angustia eterna. Pero sé que me dolés, y me dolés mucho, hoy me dolés mucho, porque creo que dabamos para un tiempo más. Te dí todo el tiempo del mundo, y un error que ya cometí te llevó a decidir todo solo, te llevó a querer alejarte. Te banqué todo lo que me hacía agujeritos porque sabía que así era como lo necesitabas, sabía que era lo que querías. Y, Dios, todos me lo dijeron. "Con él no." "Cuidado." "Vas a terminar mal vos." "Él no siente, él no quiere.". Pero por qué iba a dejarme guiar por lo que para mí no era real, si te tenía a vos del otro lado convenciéndome de que iba bien.
Sabes que amo escribir. Bah, creo que lo sabes, y por eso es que escribo tanto. Perdón. Ahora te digo que no hace falta que lo leas todo, porque tengo mucho para decir. En realidad, estoy empezando a darme cuenta de que nunca lo vas a leer, pero, qué más da, si puedo sacarmelo yo.
Y por qué no te lo dije ayer.. Porque me bloquié. Porque todo esto lo resumí en un "No, pará, no quiero" que no te importó. No quiero, no quiero todavía. Me maquineo pensando en que me dirías si yo te estuviera diciendo todo esto, y todo lo que me imagino es tu sonrisita perfecta riendose, la vergüenza en mis ojos, las lágrimas. "No, no, no, no me llores. No me grites. Ya el hecho de tener que estar acá hablando con vos me jode". (Ah, y cambio algo que dije. Sí dormí, una hora apróximadamente. Y te soñé, por primera vez te soñé. Y era una cinta de esas de los aeropuertos lleno de piedritas, pero terminaba en un pozo. Y yo era una piedrita. Y vos estabas parado en frente. Y yo avanzaba, avanzaba. Ya habíamos discutido. Y llegaba al final, y me ibas a agarrar. Juro que me ibas a agarrar. Yo no te podía ver, pero sentía tu respiración, pensando. Y entonces me dejabas caer. Entonces me caía. Y vos te ibas.)
"No te pongas mal, él es así."
¿Por qué todos me dicen eso? No puedo entender cómo quieren que no me ponga mal. Será porque ustedes tienen 18, 19, y yo 16. Y porque yo siento más. Y porque todos sabían que esto iba a pasar, menos yo. Supongo entonces, por conclusión, que es mi culpa por no haberme dado cuenta antes.
"Capaz es eso, capaz sos mucha chica para mí." "No quiero verte mal por mí".
¿Tengo que creerme algo de eso? Te juro que no entiendo. No me cierra nada. Estábamos tan bien y de una hora para la otra ya no querés verme más. Ya no te intereso. Pasó una, dos horas. ¿Cuánto te puede cambiar la cabeza en dos horas?
Bonita. Bebé. Holasosrelindachau. Taaaan lindo? Dormimos juntos ya. Cosita. Di. Val. Naranja. Valens. Kiss me hard. Tu música. Just be. Mi coreografía. Man. Vieja.
¿Tanta película me armé? Pero sí ese mismo fin de semana me habías tranquilizado. ¿Tanto podes cambiar la cabeza por un error?
Y creo que ahí está el punto. No cambiaste tu cabeza, tu cabeza siempre fue así. Tardaste un poco en decirmelo. Sabías que me importabas. Podrías haberme tirado una onda antes de que pasen cosas.
Y creo que la única conlusión que puedo sacar es que al final es mi culpa, por no haber abierto los ojos. Por ser cómo soy. Por encariñarme rápido. Porque yo me encariño rápido, yo dejo todo. Vos no sabes querer, no querés. No sé, ¿miedo? ¿experiencia?.
No sé.
Pero ahora y por un tiempo creo que yo tampoco voy a abrirme.
Pero ojo.. que duele, duele. Pero no pienses que te quiero. Porque si logré algo fue eso, no quererte. Me esforcé por no quererte, para poder quererte cuando tenga que ser. Para darte tu espacio. Porque, por más que no te hayas dado cuenta, te juro que intenté darte todo lo que me dijeron que necesitabas.
Mala mía.
Suerte, espero que algún día encuentres a alguien que no te atemorice querer.
18/1/15
3/1/15
1/1/15
somos música
Mamá, por qué me tenes que dejar hacer un tatuaje antes de que cumpla 18:
Creo que en el 2011 decidí que "somos música" es la frase que quería llevar impregnada en mi ser por siempre. Decirla me genera una electricidad que me recorre todo el cuerpo a la velocidad del sonido, me hace sentir que no soy más que una vibración más, una vibración más en esta gran esfera compuesta de vibraciones. Y es que, todos somos vibraciones. Todos tenemos esencias, tenemos alma, todos estamos conectados como seres humanos a través de algo más que una simple cosa física. Llenamos nuestros pentagramas de fusas, corcheas, blancas; todo para cuando, al partir, formemos parte de la canción infinita en la que estamos destinados a vivir.
El humano es una especie que vive en constante evolución pronunciada. Si reducimos los miles de millones de años que tiene la tierra a un día, el humano no se detendría ni una hora en una misma forma. Siempre cambiamos, siempre estamos en etapa de cambio. Tanto física como mentalmente. Como todos los seres vivos, crecemos. Pero lo vivido por un humano no se compara con lo vivido con un perro, ya que son sensaciones y emociones distintas. Yo no sé qué pensarán los animales de la música, pero quiero pensar que simplemente la entienden. La entienden como una joya más de nuestro mundo.
Pero nosotros somos música en su estado más puro. Desde que empezamos con la formación del sistema nervioso dentro del vientre de nuestras mamás, empezamos a sentirla, a vivirla, a amarla. Respiramos música en cada segundo y rincón que existe, desde que los neandertales bailaban en sus rituales gritando y emitiendo sonidos, hasta las calles de Buenos Aries donde respiramos tango, el medio de la nada cuando la naturaleza te canta al oído de la más sutil manera, en nuestras casas encerrados descargando mil emociones con un tema, llorando música, gritando música, sintiendo música música, amando música. Somos música cuando decimos la primer palabra, somos música cuando en nuestro momento de morir suena en el fondo de nuestro subconsciente una canción.
La sentimos en el momento en el que un buen blues nos posee y no podemos no marcar el ritmo, cuando nos bañamos y con las manos imitando un micrófono comenzamos a deslumbrar al público de jabón, cuando en vez de rompernos la mano descargando la ira con la pared la descargamos con cerrar los ojos y dejarnos mover, cuando se nos eriza la piel al escuchar una voz gloriosa, cuando nos enseñan a hablar e inconscientemente es con ritmo, cuando se nos "pega" una canción, cuando en los momentos más hermosos podemos escuchar música de fondo en nuestro subconsciente.
La sentimos cuando somos, cuando dejamos que nos penetre.
Entonces nos convertimos en ella, en esa cosa tan magnífica, en ese placer público, en ese lujo que todos nos podemos dar. El de ser música, el de tener música todo el tiempo aunque sea el sonido del viento.
Para mí es muy importante. Sin exagerar puedo decir que la música fue para mí una madre más, lloré en sus brazos, crecí en sus brazos, me alimentó y me formó, me educó, me enseñó. Y quiero, de una forma muy humilde, dejar constancia de lo que siento.
Por todo esto má, quiero que sepas que el tatuaje no es un capricho, es algo que deseo con locura. Y
que tengo conciencia de por qué lo quiero. Te amo, pensalo.
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