There is no place like home, when you've got no place to go.

31/3/15

niño del blog:

"¿Obsesión = amor?"
Te respondo acá porque me parece algo interesante para escribir. Y además hay algo en lo que vengo pensando bastante últimamente que se relaciona: qué es estar enamorado.


obsesión

f. Idea,deseo,preocupación,que no se puede apartar de la mente:

Creo que hablar de una obsesión amorosa es un tanto fuerte, o enfermizo. No sé si podría describirse con el total sentido literal de la palabra. Pero, en cierto modo, creo que tiene una parte obsesiva.
Nuestros instintos como humanos son por lo general para defendernos a nosotros mismos. Pensamos por y para nosotros, tenemos una naturaleza egoísta. Ponemos nuestra vida como privilegio, nuestra supervivencia, nuestro bienestar, nuestras decisiones (esto se ve afectado por la sociedad, por el entorno, por "inventos" como los amigos, por la idea del no-egoísmo, por la educación; hoy en día lo correcto es pensar en el bienestar común,  pero los instintos siempre intentan protegernos a nosotros mismos); pero cuando aparece esa persona tan "vital", nuestra cabeza y nuestras prioridades comienzan a alterarse, poniendo primero al ser que tanto necesitamos. Todo empieza a dar vueltas al rededor de ese alguien, de repente nos vemos dispuestos a sufrir por otra persona, a dar todo por otra persona, a tomar decisiones que beneficien a otra persona aunque eso signifique dolor. 
Nos enamoramos tan lento, tan rápido, de una forma tan sutil y a la vez tan brusca. No medimos el tiempo, no existe el tiempo, los días pasan rápido. Nos acostamos con sonrisas, y apenas nos levantamos nuestra cabeza se infecta de esa persona. Nos hacemos más sensibles, más vulnerables. Lloramos más fácil, nos volvemos un poco dependientes. 
Todo en ese alguien está bien. Emana perfección, belleza sin fin. Nos encanta, nos encanta todo. Cada centímetro es hermoso, cada defecto no es defecto.
Haríamos todo por satisfacer a esa persona, por darle lo que quiere. Sufrimos por esa persona, y lo aceptamos. Entonces, supongo, es un poco obsesivo. Pero el amor es obsesivo. Amamos y destuimos, nos aman y nos destruyen, y lo aceptamos. Porque el amor te ciega. Nos lastiman y nos encanta. Y después de que nos hayan roto, buscamos alguien que pueda volvernos a armar, sabiendo que probablemente nos vuelvan a romper.
Pero es así. Y tiene un sentido trágico hermoso. Me gusta el amor, aunque me reduzca a cenizas.

26/3/15

quiero perderme en tus brazos, quiero que me dejes sin aliento
quiero desafiar al tiempo en una noche, quiero querernos con pasión
quiero ver el mundo a través de esos ojos tan penetrantes, quiero que me muestres todo
quiero saber todo de vos. quiero todo de vos.
quiero dejar marcado tu corazón, quiero que me mires con deseo
y me enseñes todo lo que sabes
(.vayamonos a nueva york.)

24/3/15

Estaba muy adentro tuyo. Estaba analizando cada oración, escuchando como acariciabas las palabras antes de que salgan de tu boca. Entendía todo, lo entendía a la perfección, lo estabas haciendo tan bien, por más que sé que te cuesta expresarte -en palabras-. La primer hora de sol nos contorneaba los ojos, inundando de luz el auto. Tu mano derecha en mi muslo izquierdo, afirmándome, dándome seguridad. Y estaba segura, estaba bajo tu protección, bajo tu amor.
Cuando alguien nos lastima en serio, nos deja heridas internas. Puntos débiles. Un momento que puede marcarnos incluso sin que nos demos cuenta. ¿Nunca les pasó que algo que les dolió les vuelve a doler como la primera vez? Sin que esté pasando de nuevo. Recuerdos que traspasan, que destruyen, que aniquilan. Recuerdos que vuelven a cobrar vida, que casi dejan de ser recuerdos.
Era consciente de que me dolía. Me había acostado con lágrimas en los ojos bastantes veces por eso, y sabía que si lo pensaba, me afectaba. Que si lo volvía a analizar, que si volvía a leer lo que escribí ese día, que si volvía a mirar el lugar, me hacía lagrimear. Nunca me imaginé que una palabra, una sola palabra -un nombre-, iba a poder desmoronarme tan rápido si salía de tu boca, si la escuchaba con tu voz.
Y lo dijiste, me hablaste de ella. Y dejé de escucharte, tenía los ojos clavados en la nada, abiertos sin mirar. Y vos seguías hablando, yo no escuchaba nada. Ya no analizaba lo que me decías y ya no me sentía segura. No sentía lo que tocaba, no sentía tu mano, no veía, no escuchaba. Noté como se me aceleraba el corazón, y como mi respiración se hacía menos controlable. Como aumentaba el ritmo, como se hacía más fuerte, como cada vez necesitaba más aire, más aire, más aire. No quería llorar, no quiero que me veas llorar, no quiero que pienses que soy frágil, no quiero que sientas que tuviste tanto poder sobre mí, no quiero que lo sepas. No quería estar más ahí (físicamente, porque mentalmente ya no estaba ahí), no quería estar cerca de esa cosa que me había hecho tan mal. No quería volver atrás. Me intenté tranquilizar, intenté. Y mientras más fuerza hacía, más se me cristalizaban los ojos. De repente una capa de agua me los cubría, y me temblaba todo. No hay que intentar frenar las lágrimas, porque solo conseguimos más. Me sentía tan vulnerable. ¿Seguías hablando? ¿Te diste cuenta en seguida? ¿Qué estaba pasando? Estaba débil, estaba angustiada. Tenía un nudo tan grande en la garganta que hasta podría haber sido físico.
Y cuando empecé a llorar, en frente tuyo, por segunda vez, supe que no iba a poder parar.
Y fue una sola palabra la que me apuñaló. Fue un flashback tan real.


Confianza. Confianza. Confianza. 
Amor.
Te quiero, me querés. Somos. Somos.
Somos.
Me querés. Sí, me querés.
Te quiere, tranquila. Estás bien.
Estamos bien. Estoy bien. Perdón. 
Confianza. 
No puedo. Nunca voy a poder. No puedo, me duele.
Dimitri, me duele. Dimitri, Dimitri, no me sueltes. 
¿Por qué?
No, no, no, no. No.
Tranquila. Miralo. Sentilo. Está acá, ahora está acá, ahora está con vos.
Está con vos. Te quiere. Me querés. Me querés.
Estamos bien. 
Miralo. Está bien. Miralo. Es real.
Amor.
Es real.

2/3/15

Me tapaste los ojos, me agarraste las manos. Me pediste que confíe en vos. Y que avance, sin saber a donde voy, apoyada en tus manos, en tus palabras, en tu corazón. 
Y lo hice, y lo hago. Y no te conozco, y desconfío, y me cuesta horrores dar cada paso. Y de vez en cuando, sé que me soltás. Sé que me puedo caer en cualquier momento. Lo único que pido es que no dejes que eso pase. Quiero que me sostengas, o que me avises si me vas a soltar.
La verdad es que soy un algo que hace tiempo se quebró, y como nada nunca vuelve a ser lo mismo, mi fortaleza es mayor, pero también mis miedos. Y el miedo nos hace vulnerables. Y soy vulnerable ante vos. Y no quiero volverme a quebrar. No quiero. Por favor.
Ruego.
Quereme, o anticipame.