Te respondo acá porque me parece algo interesante para escribir. Y además hay algo en lo que vengo pensando bastante últimamente que se relaciona: qué es estar enamorado.
obsesión
f. Idea,deseo,preocupación,que no se puede apartar de la mente:
Creo que hablar de una obsesión amorosa es un tanto fuerte, o enfermizo. No sé si podría describirse con el total sentido literal de la palabra. Pero, en cierto modo, creo que tiene una parte obsesiva.
Nuestros instintos como humanos son por lo general para defendernos a nosotros mismos. Pensamos por y para nosotros, tenemos una naturaleza egoísta. Ponemos nuestra vida como privilegio, nuestra supervivencia, nuestro bienestar, nuestras decisiones (esto se ve afectado por la sociedad, por el entorno, por "inventos" como los amigos, por la idea del no-egoísmo, por la educación; hoy en día lo correcto es pensar en el bienestar común, pero los instintos siempre intentan protegernos a nosotros mismos); pero cuando aparece esa persona tan "vital", nuestra cabeza y nuestras prioridades comienzan a alterarse, poniendo primero al ser que tanto necesitamos. Todo empieza a dar vueltas al rededor de ese alguien, de repente nos vemos dispuestos a sufrir por otra persona, a dar todo por otra persona, a tomar decisiones que beneficien a otra persona aunque eso signifique dolor.
Nos enamoramos tan lento, tan rápido, de una forma tan sutil y a la vez tan brusca. No medimos el tiempo, no existe el tiempo, los días pasan rápido. Nos acostamos con sonrisas, y apenas nos levantamos nuestra cabeza se infecta de esa persona. Nos hacemos más sensibles, más vulnerables. Lloramos más fácil, nos volvemos un poco dependientes.
Todo en ese alguien está bien. Emana perfección, belleza sin fin. Nos encanta, nos encanta todo. Cada centímetro es hermoso, cada defecto no es defecto.
Haríamos todo por satisfacer a esa persona, por darle lo que quiere. Sufrimos por esa persona, y lo aceptamos. Entonces, supongo, es un poco obsesivo. Pero el amor es obsesivo. Amamos y destuimos, nos aman y nos destruyen, y lo aceptamos. Porque el amor te ciega. Nos lastiman y nos encanta. Y después de que nos hayan roto, buscamos alguien que pueda volvernos a armar, sabiendo que probablemente nos vuelvan a romper.
Pero es así. Y tiene un sentido trágico hermoso. Me gusta el amor, aunque me reduzca a cenizas.