There is no place like home, when you've got no place to go.

22/8/15

Primero me hago un té, y pongo música. Porque así (tengo mis convicciones) siento más. Porque adentro de mi habitación siento todo más chico, casi como si estuviese en la palma de mi mano. Casi como si lo pudiese agarrar, controlar, manejar. Como si no fuese tan.. ¿"molesto"? como realmente es.
Hoy me sorprendo a mí misma reflexionando sobre cómo es posible que pueda escucharte cantar de manera distraída, sin saber que te estoy mirando, y pensar en que te amo, en que no hay una cosa más hermosa que vos, ahora cantando en frente mío; y a la hora escucharte cantar y sentir que no soporto escucharte más, porque la música me está quemando la cabeza, porque está tan alta que no me deja pensar. Porque te miro moverte y te miro odiar, y te odio, en ese momento te odio. Y porque siento que ese odio es mutuo. Porque siento que hay algo roto, que hay una grieta, que hay algo mal en la base sobre la que construimos cada beso y cada momento.
No entiendo cómo es posible reírnos como si no hubiese nada malo en el mundo y cómo es posible amarnos como si al otro día nos fuésemos a morir y cómo haces para acariciarme y hacerme sentir tan única y tan hermosa, y cómo haces para que no pueda dejar de mirarte y de pensar que no hay algo más hermoso, que en todo el mundo no hay una persona más linda que vos; y en dos segundos hacerme sentir como si nada de todo eso valiese, como si todo estuviese mal, como si de repente el mundo volviese a tener sus guerras y como si no valiera la pena amarnos tanto porque no nos vamos a morir mañana (o eso creemos) y que sí, sí hay mil personas más lindas que yo y no soy única, no soy ni siquiera especial, no soy diferente, y vos capaz que tampoco. Y vos capaz que no me haces bien, y vos capaz (y solo capaz) no seas todo lo que sentí que eras hace dos (ahora tres) minutos.
Porque tengo ganas de hacerme una bolita mientras voy sentada en el asiento de acompañante, porque me da miedo la velocidad, porque me da miedo lo que me puedas decir.
Porque no soporto el volumen tan alto. La música está muy alta, no puedo pensar. Por favor, bajá la música. Por favor, dejá de cantar, por favor. No lo soporto un segundo más. Me va a explotar la cabeza. Quiero que te importe algo, dejá de cantar, no estamos para cantar.
Me quiero ir a mi casa. Necesito estar lejos, porque estar cerca me lastima. Porque no vamos a ningún lado y no quiero ser consiente de eso porque duele, porque la realidad duele y vos me estás doliendo ahora, de espaldas, con la música tan alta que me empieza a latir la cabeza, con el orgullo tan alto que sé que no me vas a mirar, y yo solo quiero que me mires y quiero gritarte que BASTA, que BAJES LA MÚSICA YA, que NO QUIERO ESTO. Que no quiero, que me quiero ir a mi casa, que ya no lo aguanto más. Ya no puedo estar cerca de eso que sos ahora, eso que sos después de llenarte de negro.
Que eso me da miedo.
Y me empiezo a desesperar porque no se soluciona y yo no quiero moverme, no quiero hacer nada, quiero que se termine, que se termine para siempre y que esté todo bien de nuevo. No me alejo de las cosas para solucionarlas (como me dijiste), me alejo de las cosas porque no creo que tengan solución, y porque no me quiero lastimar, no me quiero caer, no me quiero dejar golpear.
Pero cuando me ponés un té en frente y solo por ese momento, veo el por qué de todos los te amo que te digo todos los días. Solo por un momento, entre toda la oscuridad, puede ser que vea ese algo de luz, ese destellito. Y no me alcanza, porque yo no soy como vos, porque yo no puedo hacer que las cosas no pasaron; porque para mí no es cuestión de voluntad o de "cambiar la cara".
Y porque sé que, a pesar de que no te quiero perder, "-no puedo estar así"; y yo tampoco.
¿Cómo podés decirme que no podes elegir, que no podes evitar reaccionar? Nosotros elegimos quiénes somos; nosotros tenemos poder sobre nosotros. Y no, tenes razón, no sé que es lidiar con eso que vos lidias, pero sí sé que es lidiar con muchas otras cosas y sí sé qué es elegir, elegir estar bien. Porque yo también tengo mis problemas y porque yo también tengo mis manías, mis cosas sin solucionar. Yo también me desespero y yo tampoco sé cómo reaccionar.
Pero cuando se trata de vos, intento hacerlo bien. Y cuando se trata del resto del mundo o de mí, intento hacerlo bien. Porque YO elegí estar bien, porque yo elijo estar bien, porque yo elijo dejar lo que me hace mal. Porque es cuestión de fuerza.
Capaz tendrías que haberme acompañado a ver las estrellas con un acolchado esa noche.
Capaz tendrías que haberme elegido a mí esa otra.
Capaz tendrías que haberme dicho "perdón si te ofendí" en vez de patear el colchón.
Capaz tendrías que haberte dado cuenta que la música estaba muy alta o que me estaba por morir.
Capaz es mi culpa. No lo descarto.
Y capaz (y solo capaz) simplemente no somos lo que creemos que somos.
¿Qué es el amor, si no es lo suficientemente fuerte como para generar fuerza? No sirve de nada.
No sirve nada.
No sirve. No funciona.
¡¿Es amor?!


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