There is no place like home, when you've got no place to go.

5/10/15

Pobre nena

Capaz que los abuelos, tíos, etc. no que le dicen a su nieta/sobrina "rellenita", no piensan que esté mal o que pueda afectar, porque es con amor, porque es con cariño. Porque es una nena, porque es chiquita y ser gorda cuando sos chiquita es algo más bien "tierno", y porque la nena se ríe, porque la familia la ama y la familia no hace nada a propósito.
Capaz los compañeritos no se dan cuenta que a la nena no le da risa como a ellos los apodos que le ponen, y no deben saber que está mal, porque, por favor, a los 8 o 9 años un nene no puede tener maldad, no puede intentar lastimar. "Perdonalo, yo voy a hablar con él, no lo hace con maldad, no lo hace a propósito".
Capaz la chica a la que le pagan por atender un local de ropa no le explicaron que decirle "gordita" a una persona que tiene problemas de peso no es algo conveniente. No tiene la culpa, obvio, nadie le avisó que a la gordita le podía doler, o que tampoco era para un talle tan grande.
Supongo, además, que las amigas no se dieron cuenta todavía que criticarse a ellas mismas, tan hermosas, tan envidiables, podía repercutir de otra forma. O que insultar con adjetivos calificativos podría ofender a otra persona que puede ser descrita con ese mismo adjetivo, aunque su intención no fuese esa. ¿Cómo iban a querer las chicas lastimar a su amiga? Que la aman, que van a estar siempre, que van a apoyarla en todo, que son incondicionales, que "¡Amiga, sos de oro!". Mira que se iban a dar cuenta de que podían estar haciendo tanto daño.
Obviamente ella tampoco tiene la culpa de no quererse. No podemos echarle en cara su decisión, no podemos juzgarla, no podemos pretender que sea como el resto. No podemos pedirle que después de tantos años entienda, no podemos pedirle que se olvide de las palabras, que haga que nunca pasó nada. No podemos pedirle que se quiera.
No podemos venir después de tantos años a criticarla después de haberle causado tanto daño indirecto.
Porque los abuelos y los tíos se fueron a sus casas y durmieron sus ocho horas (o quizá más) y no pensaron en que la nena iba a quedarse pensando en que era rellenita y que el resto no. Los compañeritos llegaron a sus casas a tomar la leche y la nena llegó a su casa y capaz no quiso tomar la leche, y porque muchos años después la nena (ahora mujer) les tiene cierto miedo. Y la chica del local llegó a su casa después de un día de trabajo a cenar como cualquier otro día, capaz fideos, capaz una milanesa. La nena no tuvo hambre esa noche. Y las amigas no se dieron cuenta. Las amigas optaron por esperar a que avance para entonces poder criticarla. "Mira las piernas. Qué impresión". Y volvieron a sus casas y a sus vidas y a sus otros amigos a preocuparse por su adolesencia y por las cosas que sí importan.
La critican porque no se abre, pero nunca nadie estuvo para ella cuando quiso mostrar algo.
La critican porque no la entienden, pero cuando trató que la entiendan nadie lo logró.
La critican porque se aleja, pero lo cierto es que nadie nunca la retuvo de que se aleje.
La critican por ser muy esto, por ser muy lo otro, pero nadie nunca le preguntó por qué.
Criticar criticamos todos y hoy nadie tiene la culpa de nada. Hoy capaz se lamentan no haber hecho algo, hoy capaz no saben cómo actuar. Y qué pena la imposibilidad de volver en el tiempo, qué agobiante no poder volver atrás y decirle a la nena que se prepare porque no le va a tocar un mundo fácil para quererse a uno mismo.
¡Qué pena ver hoy a la nena ya crecida en el cristal, qué pena no poder ayudarla! Ojalá aprenda a quererse, ojalá entienda que es lo que es y eso está BIEN. Ojalá sea capaz de no solo escribirlo, si no que gritarlo y animarse a llevarlo a la vida real.
Ojalá algún día pueda olvidarse de todo lo que le dijeron y ojalá algún día decida despegarse de todo lo que le hace mal.
Ojalá algún día ella se amen de la misma forma en que él la ama. Ojalá se mire de la misma forma en la que él la mira.
Ojalá se sienta de la misma forma en la que su mamá la ve y le dice.
Ojalá se quiera, pobre nena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que hermosas palabras