There is no place like home, when you've got no place to go.

23/2/14

                En el centro de nuestro ser todos sabemos que un arco iris no es más que diminutas gotas de agua flotando en la atmósfera atravesadas por los rayos del sol, que nosotros nos vamos y no la luna o el sol, que las estrellas son materia concentrada en su centro liberando energía debido a su alta temperatura, que ningún Dios va a solucionarnos nuestros problemas. Que por más hermoso y llamativo que sea el fuego, nos quema al instante en el que lo tocamos, nos lastima. 
                Pero la belleza de la simpleza de estas cosas nos hace intentar creer, por un segundo, que el arco iris es una enorme inmensidad de colores, que la luna se esconde para abrirle paso a su amigo el sol, que las estrellas son brillantes diamantes derramados en una superficie azul intensa e infinita, que hay un Dios que nos va a guiar. Que podemos controlar el fuego.
                Y nos dejamos ilusionarnos, y nos dejamos creer que es todo tan mágico como parece a simple vista, pero nunca dejamos de saber la verdad, solo intentamos esconderla por un tiempo, con el persistente objetivo de alcanzar la felicidad. 
                Porque, ¿qué no daríamos para ser felices?

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

Lo damos todo, de seguro.
Nos leemos.

Besos.