There is no place like home, when you've got no place to go.

17/12/15

un adiós

No podía despedirme de esta etapa sin escribir algo acá, porque hoy miro atrás todas mis entradas de los distintos años y no puedo dejar de ver reflejada toda mi adolescencia tan claramente, todos los sentimientos que hoy veo tan lejanos y en ese momento fueron tan reales.
Escribo hoy y no el 31 porque hoy definitivamente cerré absolutamente todo habiendo recién llegado de mi última clase de danza en La Caja Mágica, lugar donde alimenté mi sueño los últimos 4 años. Hoy estoy segura de que una parte muy grande de mi corazón y de mí se quedó en ese teatro, en el aula blanca con ventanas de colores, en cada coreografía que dictó Nico, en cada risa nerviosa detrás del telón. 
Por otro lado una parte de mí se las regalo a mis amigas y compañeras de toda la vida que hoy se están yendo de viaje y que más allá de todo, voy a extrañar y necesitar mucho durante toda la etapa que se me viene encima. Dios, tengo partes en todos lados o todo tiene una parte en mí, tengo dedicado un espacio para cada cosa que me significó algo. Cada persona me dejó una marca, ya sea más grande o más chica, más alegre o más triste. Cada año tuvo lo suyo, cada profesor y cada disciplina, cada crisis emocional y cada noche disfrutada. Tantas primeras veces en mi adolescencia, tanto descubrir, explorar, disfrutar. Tanto amor y tanto odio, tantas emociones juntas. Tantas lágrimas y tantas risas y tantos gritos y tanto enojo. 
Mil personas entraron y salieron de mi vida y hoy se me vienen tantos recuerdos a la mente de tantos momentos. Ahora en este instante entiendo que la vida es esto y que la vida pasa y que el tiempo no vuelve atrás, que hoy cierro una etapa y soy consciente de todo lo que estoy dejando atrás, de todo lo que superé, de las metas que cumplí y de lo mucho que cambié.
Todavía me acuerdo de mi primer día de clases en la secundaria con todas las caras nuevas que hoy veo tan inmensas, todavía me acuerdo de mi primer beso y de mi primer relación. Me acuerdo de haber llorado tantas veces por amor y hoy estoy acá, tan fuerte y tan segura y tan frágil y tan sensible. Me acuerdo de las tertulias y de cumplir quince años y salir a un boliche, me acuerdo de probar el alcohol y me acuerdo de tantas noches que no quería que se terminen nunca. Me acuerdo de Disney y de que ya pasaron casi tres años, de tantos libros que leí y tantas películas que me marcaron. Siento que fue hace muy poco el día en el que entré a La Caja Mágica sola y sin conocer a nadie para mi primer clase de comedia musical y me acuerdo de cada muestra, de cada traje, de cada personita. Me acuerdo del "tenes que ser bailarina" de Nico. De todos mis profesores y de mi relación con cada uno, de todos mis amigos que me ayudaron a sobrevivir todo esto, de mi familia apoyándome SIEMPRE. De Agus, que hizo mil cosas por mí y lo mucho que lo aprecio. De mis mejores amigas que hasta hoy están conmigo y me apoyan en todo y también de las que perdí y me alejé (sin rencor). De mi mejor amigo y de que ya lo conozco hace 5 años. De mis primas estando siempre que las necesité y sacánome las mejores sonrisas. De mi novio, Dimitri, apoyándome desde el momento en el que me quiso por primera vez y hasta hoy. Mi mamá abrazándome en la cama mientras lloro porque se me terminaba el mundo y de mi mamá riéndose conmigo hasta llorar y de mi mamá abrazándome entre mil lágrimas en 7mo grado cuando me entregaron mi diplona y de mi mamá abrazándome entre mil lágrimas hace dos semanas.
Termino este año de una forma muy loca. Y siento que todavía no caigo, que todavía me faltan mil cosas por vivir de esta etapa y capaz sea así. Pero el cambio lo siento hoy, lo siento siempre. La única constante es el cambio y hoy juro que lo entiendo, que me veo ahora y me veo en primer año y no puedo creer lo mucho que crecí. Y que se viene todo nuevo, que hay que ponerle garra, que lo arranco con toda la energía. 
Me despido de este blog, que tanto me dio, que tanto me ayudó. Me despido de todos esos sentimientos. Los dejo para siempre en mi corazón, a todos. Este blog fue para mí de muchísima contención. Siempre puedo mirar atrás en mis escritos y siento todo lo que en cada momento pensé. Este blog refleja mil cosas. Solo hace falta leerlo para encontrarme. 
En cuanto a mí, voy a seguir estando. Quizá no de esta forma, quizá no escriba más acá, pero voy a seguir estando. Voy a seguir escribiendo y de alguna forma u otra voy a llegar a la gente que necesito llegar. 
Nunca dejen de leer y nunca dejen de sentir, nunca dejen de expresarse! Que vivan los cambios. 
Gracias a la gente qu
e me lee y me comenta desde hace mucho!! Voy a avisar si me hago otro blog o algo pero este ya lo dejo atrás. 
GRACIAS.
¡Y chau!



17/4/11

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Cuando te acostas a filosofar de la vida en tu cuarto, llegas a tremendas conclusiones.. Hace unos dias, un amigo me hablo sobre que todo lo que empieza termina. Y es verdad, la vida y sus regalos van & vienen, si algo pasó, pasó, terminó, tuvo su tiempo, ahora hay que enfocarse en el presente, lo que esta pasando. Sin entender el presente como entender el futuro? Todo lo que sube, alguna vez TIENE que bajar, y hay que entenderlo, aunque duela, superarlo y aceptar las cosas tal y como son o al menos para mi. Muchos deben decir que estoy loca, yo se, pero si, estoy loca, y capas no quiero dejar de estarlo, capas eso es lo que me identifica como persona, como yo y nadie mas que yo. No, no soy nadie, lo sé, pero soy alguien dentro de los nadie, y eso esta bueno..

5/10/15

Pobre nena

Capaz que los abuelos, tíos, etc. no que le dicen a su nieta/sobrina "rellenita", no piensan que esté mal o que pueda afectar, porque es con amor, porque es con cariño. Porque es una nena, porque es chiquita y ser gorda cuando sos chiquita es algo más bien "tierno", y porque la nena se ríe, porque la familia la ama y la familia no hace nada a propósito.
Capaz los compañeritos no se dan cuenta que a la nena no le da risa como a ellos los apodos que le ponen, y no deben saber que está mal, porque, por favor, a los 8 o 9 años un nene no puede tener maldad, no puede intentar lastimar. "Perdonalo, yo voy a hablar con él, no lo hace con maldad, no lo hace a propósito".
Capaz la chica a la que le pagan por atender un local de ropa no le explicaron que decirle "gordita" a una persona que tiene problemas de peso no es algo conveniente. No tiene la culpa, obvio, nadie le avisó que a la gordita le podía doler, o que tampoco era para un talle tan grande.
Supongo, además, que las amigas no se dieron cuenta todavía que criticarse a ellas mismas, tan hermosas, tan envidiables, podía repercutir de otra forma. O que insultar con adjetivos calificativos podría ofender a otra persona que puede ser descrita con ese mismo adjetivo, aunque su intención no fuese esa. ¿Cómo iban a querer las chicas lastimar a su amiga? Que la aman, que van a estar siempre, que van a apoyarla en todo, que son incondicionales, que "¡Amiga, sos de oro!". Mira que se iban a dar cuenta de que podían estar haciendo tanto daño.
Obviamente ella tampoco tiene la culpa de no quererse. No podemos echarle en cara su decisión, no podemos juzgarla, no podemos pretender que sea como el resto. No podemos pedirle que después de tantos años entienda, no podemos pedirle que se olvide de las palabras, que haga que nunca pasó nada. No podemos pedirle que se quiera.
No podemos venir después de tantos años a criticarla después de haberle causado tanto daño indirecto.
Porque los abuelos y los tíos se fueron a sus casas y durmieron sus ocho horas (o quizá más) y no pensaron en que la nena iba a quedarse pensando en que era rellenita y que el resto no. Los compañeritos llegaron a sus casas a tomar la leche y la nena llegó a su casa y capaz no quiso tomar la leche, y porque muchos años después la nena (ahora mujer) les tiene cierto miedo. Y la chica del local llegó a su casa después de un día de trabajo a cenar como cualquier otro día, capaz fideos, capaz una milanesa. La nena no tuvo hambre esa noche. Y las amigas no se dieron cuenta. Las amigas optaron por esperar a que avance para entonces poder criticarla. "Mira las piernas. Qué impresión". Y volvieron a sus casas y a sus vidas y a sus otros amigos a preocuparse por su adolesencia y por las cosas que sí importan.
La critican porque no se abre, pero nunca nadie estuvo para ella cuando quiso mostrar algo.
La critican porque no la entienden, pero cuando trató que la entiendan nadie lo logró.
La critican porque se aleja, pero lo cierto es que nadie nunca la retuvo de que se aleje.
La critican por ser muy esto, por ser muy lo otro, pero nadie nunca le preguntó por qué.
Criticar criticamos todos y hoy nadie tiene la culpa de nada. Hoy capaz se lamentan no haber hecho algo, hoy capaz no saben cómo actuar. Y qué pena la imposibilidad de volver en el tiempo, qué agobiante no poder volver atrás y decirle a la nena que se prepare porque no le va a tocar un mundo fácil para quererse a uno mismo.
¡Qué pena ver hoy a la nena ya crecida en el cristal, qué pena no poder ayudarla! Ojalá aprenda a quererse, ojalá entienda que es lo que es y eso está BIEN. Ojalá sea capaz de no solo escribirlo, si no que gritarlo y animarse a llevarlo a la vida real.
Ojalá algún día pueda olvidarse de todo lo que le dijeron y ojalá algún día decida despegarse de todo lo que le hace mal.
Ojalá algún día ella se amen de la misma forma en que él la ama. Ojalá se mire de la misma forma en la que él la mira.
Ojalá se sienta de la misma forma en la que su mamá la ve y le dice.
Ojalá se quiera, pobre nena.

28/8/15

La muerte

“La muerte y la soledad de la muerte son las únicas certezas comunes a todos. ¡Cuán extraño es que esa única certeza, esa única comunión sea casi incapaz de influir sobre los hombres y que tan lejos estén de sentir esa fraternidad en la muerte! Advierto con placer que los hombres se resisten en absoluto a concebir la idea de la muerte y desearía contribuir a hacerles más digna cien veces de ser meditada la idea de la vida”
Friedrich Nietzsche



La muerte.

El concepto de muerte es descripto por los diccionarios de la forma más simple y concisa posible: “Muerte: fin de la vida.”. Sin embargo, definirla de una manera tan breve como ésta significaría, además, tener que pensar y explicar qué es la vida. La vida es el proceso de muerte. Es decir: mientras avanzan nuestras vidas, mientras crecemos y mientras vivimos el día-a-día, a su vez estamos acortando el tiempo que queda entre nuestro presente y el momento en el que dejaremos de existir como cuerpos homeostáticos. En el momento en el que un bebé nace, comienza su vida; pero a su vez, su muerte.
Lo cierto es que nadie puede tener certeza de prácticamente nada. Nadie está apto para decir qué sucederá en diez años, en una semana o en dos minutos. La vida es una constante variable, una serie de puertas y caminos que atravesamos al tomar decisiones, al realizar ciertas cosas; no sabemos que hay detrás de cada puerta, no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Lo único de lo que podemos estar seguros es de que al final de tantos pasillos, solo hay un destino posible: morir.
¿Qué es morir? Bueno, depende de a quién se le pregunte. Un cristiano te puede decir que es un pasaje al paraíso, es la entrada a un mundo en el que el cuerpo carnal no puede resistir, sino que solo el alma y el espíritu de la persona es elevado al cielo para volver con su creador, con Dios. Un budista sostiene que la muerte es un hecho fundamental y un sufrimiento inevitable en la vida, por lo que cada ser humano debe aceptarlo como tal con la finalidad de vivir una vida con la alegría merecida, al descartar la idea de muerte como algo malo. En el antiguo Egipto creían en un Más Allá llamado “Duat”; su obsesión y su creencia en este reino posterior a la vida era tal que su mayor preocupación era la de poder ingresar a el mismo al ser juzgados en el momento de muerte por el dios Osiris, quién decidiría, de acuerdo a las acciones cometidas a lo largo de la vida del humano y de la pureza de su alma, si merecía o no la eternidad (cabe resaltar que veían la muerte como una reencarnación)… Y así podríamos continuar hablando de muchas percepciones de la muerte a partir de cada religión, pero lo que llama la atención es que en todas las religiones no se puede dejar de plantear el hecho de la existencia de ALGO MÁS.
¿Qué hay después de la muerte? O, ¿hay algo?. La posibilidad de que no exista nada es la que asusta. O de un mundo completamente distinto y desconocido, en el hipotético caso de que existiese algo después. Todas estas ideas fueron creando miedos en las sociedades, necesidad de una contención propia en la cual depositar toda las inseguridades y calmar sus propios pensamientos.
Además, está el hecho de que la muerte es un suceso que nos afecta proviniendo del entorno: es causada por algo alrededor. Por lo tanto, la idea que primero se nos hace de ésta es la de algo maligno, algo que nos afecta desde el exterior; y que no solo nos puede afectar a nosotros mismos. Perder a seres queridos, enterarse de pérdidas de vidas que parecen “injustas”, el miedo a todo eso también existe y a veces es incluso mayor que el de la muerte misma. Prescindir de la presencia de alguien a quien apreciamos y no vamos a volver a ver nunca (o por lo menos en esta vida, para los religiosos) lógicamente nos genera terror, angustia y un miedo completamente racional y doloroso. Lo cierto es que nunca estamos preparados para perder a alguien, más allá de nuestra percepción de la muerte. No estamos preparados para extrañar tanto y tan “de golpe”.
En la teoría de la reencarnación, se concibe la existencia de un alma o un espíritu, que va transmigrando en distintos cuerpos y vidas a medida que cada cuerpo muere, y evolucionando a su vez. Teniendo en cuenta este concepto podemos decir que hay una parte de nosotros que nunca muere: el alma, o la energía, o la esencia; pero otro de los temas que hay que plantear es el hecho de hasta qué punto ese ‘nosotros’ nos incluye a nosotros, la persona que somos, con nuestra construcción de personalidad, valores, creencias y conciencia. En el caso de que ese alma poseyera alguna de las anteriormente mencionadas cuestiones, al transmigrar a otro cuerpo, en este deberían aparecer ciertas relaciones con aspectos de la personalidad, lo que no parece posible si tenemos en cuenta que la personalidad es un proceso de construcción a través de experiencias y un momento, lugar y entorno específicos de un cuerpo humano vivo. Al plantearnos esta idea, suponemos o abrimos la posibilidad de que el alma nunca se aferre al cuerpo, ya que al dejarlo no se lleva nada de él, dejando a la persona de esa vida y atrás. Todo esto, claro, en el caso de la reencarnación.
En la antigua Grecia, Platón planteaba que estudiar la filosofía era prepararse para morir, para desprender el alma del cuerpo, para aceptar el final como algo normal y afrontarlo a su debido modo; él sostenía que el alma está “encarcelada al cuerpo”, y que la muerte es su liberación.
Si pensamos en la historia universal desde sus comienzos es un tanto sorprendente darnos cuenta de lo relativamente corto de nuestro paso por este mundo como cierta persona específica; pero, para nosotros, la vida es todo lo que tenemos. La vida empieza donde nacemos, nuestra vida, nuestro pensar, nuestras vivencias. A lo largo de ésta desarrollamos todo lo que necesitamos para alcanzar felicidad, creamos relaciones, amamos, conocemos gente, aprendemos a sentir. Somos únicamente conscientes de nuestra propia vida como la persona que hoy somos, por lo que es lógico y entendible el miedo a la muerte: a perder la vida, a perderlo todo.
Pero lo cierto, como el filósofo Nietzsche planteaba, es que la única certeza total que tenemos es la de que en algún momento a lo largo de nuestro paso por este mundo físico, vamos a morir. El miedo solo genera más miedo, no nos salva nada; nadie se salva de morir, y muchas veces las personas no están dispuestas a aceptar esta idea, ya sea por el simple hecho de la incredibilidad de que tanto se desvanezca con tan poco o por la no-aceptación de que no exista algo más. En este momento es en el que nacen las religiones: creencias que especulan sobre lo que sucede después de la muerte, dioses y paraísos y reinos mejores esperándonos después del final, del temido final.
Y aun así, en el fondo, nadie deja de preguntarse, nadie nunca está seguro. Nada es certero, nada es conciso. Suposiciones, teorías, religiones, ciencia. Dioses. Nada comprobado, nada en lo que confiar.
Para finalizar, concluyo con que la muerte está en cada uno. La muerte es un proceso que comienza cuando empieza la vida: la muerte es la vida, y viceversa. Es irreversible, definitiva y permanente. Es universal, ya que todos vamos a morir. Ya que estamos todos constantemente muriéndonos. No existe el orden “vivir, luego morir”; son cosas que suceden juntas.
Y más allá de que eso pueda sonar un tanto cínico, no hay que tomarlo como tal cosa. La muerte es algo natural, es algo que sucede desde los orígenes y va a continuar sucediendo hasta el final. Temerle solo genera malestar, es algo que no se puede modificar.
Piensen lo que piensen todas las religiones, todas las distintas cabezas opinando y creando distintas hipótesis, no podemos basarnos en lo incierto. Y lo incierto es todo, menos morir. Qué hay más allá, es otro tema. Nunca vamos a saber si hay algo más allá, hasta que lleguemos más allá.
Y quizá ni siquiera en ese momento logremos ser conscientes de lo que vamos a estar viviendo.


22/8/15

Primero me hago un té, y pongo música. Porque así (tengo mis convicciones) siento más. Porque adentro de mi habitación siento todo más chico, casi como si estuviese en la palma de mi mano. Casi como si lo pudiese agarrar, controlar, manejar. Como si no fuese tan.. ¿"molesto"? como realmente es.
Hoy me sorprendo a mí misma reflexionando sobre cómo es posible que pueda escucharte cantar de manera distraída, sin saber que te estoy mirando, y pensar en que te amo, en que no hay una cosa más hermosa que vos, ahora cantando en frente mío; y a la hora escucharte cantar y sentir que no soporto escucharte más, porque la música me está quemando la cabeza, porque está tan alta que no me deja pensar. Porque te miro moverte y te miro odiar, y te odio, en ese momento te odio. Y porque siento que ese odio es mutuo. Porque siento que hay algo roto, que hay una grieta, que hay algo mal en la base sobre la que construimos cada beso y cada momento.
No entiendo cómo es posible reírnos como si no hubiese nada malo en el mundo y cómo es posible amarnos como si al otro día nos fuésemos a morir y cómo haces para acariciarme y hacerme sentir tan única y tan hermosa, y cómo haces para que no pueda dejar de mirarte y de pensar que no hay algo más hermoso, que en todo el mundo no hay una persona más linda que vos; y en dos segundos hacerme sentir como si nada de todo eso valiese, como si todo estuviese mal, como si de repente el mundo volviese a tener sus guerras y como si no valiera la pena amarnos tanto porque no nos vamos a morir mañana (o eso creemos) y que sí, sí hay mil personas más lindas que yo y no soy única, no soy ni siquiera especial, no soy diferente, y vos capaz que tampoco. Y vos capaz que no me haces bien, y vos capaz (y solo capaz) no seas todo lo que sentí que eras hace dos (ahora tres) minutos.
Porque tengo ganas de hacerme una bolita mientras voy sentada en el asiento de acompañante, porque me da miedo la velocidad, porque me da miedo lo que me puedas decir.
Porque no soporto el volumen tan alto. La música está muy alta, no puedo pensar. Por favor, bajá la música. Por favor, dejá de cantar, por favor. No lo soporto un segundo más. Me va a explotar la cabeza. Quiero que te importe algo, dejá de cantar, no estamos para cantar.
Me quiero ir a mi casa. Necesito estar lejos, porque estar cerca me lastima. Porque no vamos a ningún lado y no quiero ser consiente de eso porque duele, porque la realidad duele y vos me estás doliendo ahora, de espaldas, con la música tan alta que me empieza a latir la cabeza, con el orgullo tan alto que sé que no me vas a mirar, y yo solo quiero que me mires y quiero gritarte que BASTA, que BAJES LA MÚSICA YA, que NO QUIERO ESTO. Que no quiero, que me quiero ir a mi casa, que ya no lo aguanto más. Ya no puedo estar cerca de eso que sos ahora, eso que sos después de llenarte de negro.
Que eso me da miedo.
Y me empiezo a desesperar porque no se soluciona y yo no quiero moverme, no quiero hacer nada, quiero que se termine, que se termine para siempre y que esté todo bien de nuevo. No me alejo de las cosas para solucionarlas (como me dijiste), me alejo de las cosas porque no creo que tengan solución, y porque no me quiero lastimar, no me quiero caer, no me quiero dejar golpear.
Pero cuando me ponés un té en frente y solo por ese momento, veo el por qué de todos los te amo que te digo todos los días. Solo por un momento, entre toda la oscuridad, puede ser que vea ese algo de luz, ese destellito. Y no me alcanza, porque yo no soy como vos, porque yo no puedo hacer que las cosas no pasaron; porque para mí no es cuestión de voluntad o de "cambiar la cara".
Y porque sé que, a pesar de que no te quiero perder, "-no puedo estar así"; y yo tampoco.
¿Cómo podés decirme que no podes elegir, que no podes evitar reaccionar? Nosotros elegimos quiénes somos; nosotros tenemos poder sobre nosotros. Y no, tenes razón, no sé que es lidiar con eso que vos lidias, pero sí sé que es lidiar con muchas otras cosas y sí sé qué es elegir, elegir estar bien. Porque yo también tengo mis problemas y porque yo también tengo mis manías, mis cosas sin solucionar. Yo también me desespero y yo tampoco sé cómo reaccionar.
Pero cuando se trata de vos, intento hacerlo bien. Y cuando se trata del resto del mundo o de mí, intento hacerlo bien. Porque YO elegí estar bien, porque yo elijo estar bien, porque yo elijo dejar lo que me hace mal. Porque es cuestión de fuerza.
Capaz tendrías que haberme acompañado a ver las estrellas con un acolchado esa noche.
Capaz tendrías que haberme elegido a mí esa otra.
Capaz tendrías que haberme dicho "perdón si te ofendí" en vez de patear el colchón.
Capaz tendrías que haberte dado cuenta que la música estaba muy alta o que me estaba por morir.
Capaz es mi culpa. No lo descarto.
Y capaz (y solo capaz) simplemente no somos lo que creemos que somos.
¿Qué es el amor, si no es lo suficientemente fuerte como para generar fuerza? No sirve de nada.
No sirve nada.
No sirve. No funciona.
¡¿Es amor?!


18/6/15

Perdón por no ser el estereotipo de mina que te gustaría tener
Perdón por no ser físicamente hermosa o por no cumplir con lo que exige la sociedad
Perdón por no haber sido suficiente para llenarte el corazón hace cinco meses  y porque tuviste que ver chicas más lindas
Odio bañarme, odio depilarme, odio ponerme crema. Cambiaría más cosas de mi cuerpo de las que puedo y me animo a contar. A veces (muchas) me miro al espejo y me pongo a llorar. No me quiero. Nunca me quise. Nunca me admiré a mí misma y si bien últimamente estoy mucho más positiva con respecto a todo esto, todavía no me animo a sacarme los brazos de encima o a dejar que me veas. Mi inseguridad es gigante y me hace frágil, me hace débil. Cargo con un trauma, con un miedo inmenso a la gente, a las burlas y al no ser suficiente. Y no me siento suficiente cuando me miro, y nunca puedo ser lo que quiero o lo que me gustaría ser. 
El problema es que vos me haces sentir más linda porque me haces sentir que soy el tipo de "chica" que te gusta. Y por eso me parte al medio todo esto.

15/6/15

ideas para la teoría sobre el tiempo, la infinitud, y el sentir; y una mezcla con lo no subjetivo: lo personal

(estas son ideas, son raras, están inconclusas, recién nacidas. capaz no tengan sentido)
qué abstracto todo lo que quiero decir. siento que se me queman las neuronas intentando explicar(me) lo que me está pasando por la cabeza o intentando escribirlo.
me gustaría ser jorge luis borges.
tiempo; paréntesis: mi vida; mi muerte; cierro paréntesis; tiempo. 
tiempo; paréntesis: mi vida; paréntesis: amar; paréntesis: infinitud; cierro paréntesis; cierro paréntesis; mi muerte; cierro paréntesis; tiempo.
tiempo por infinito; paréntesis: etcétera; mi muerte; cierro paréntesis; tiempo por infinito.
Infinitudes dentro de otras infinitudes. Infinitud como la representación del tiempo infinito desde que empezó (o no empezó) hasta que termina (o no termina); infinitud como la representación de todo lo que conozco: desde que nazco hasta que muero. Un infinito que es una parte del gran infinito. ¿Se va entendiendo? (yo todavía no lo entiendo).
el tiempo no existe, el tiempo no se puede medir; el tiempo no empieza y no termina porque el tiempo es todo y a la vez no es nada. porque hoy estoy a dos días (veinticuatro horas o infinitos tiempos o un tiempo infinito único) de cumplir dos meses (lo mismo) con mi novio y hoy me doy cuenta (ya lo sabía, pero no lo sentía, que es lo mismo que no saberlo (o parecido)) de que no vamos a estar juntos eternamente pero sí vamos a estar juntos de una forma infinita. porque nada es eterno pero todo lo "intocable" es infinito, porque el tiempo no existe. porque las cosas pasan y no podemos medir el amor porque no sabemos cuando empieza y cuándo termina porque no empieza ni termina; porque cuando sentimos no podemos decir que sentimos durante cierta cantidad de tiempo, porque no lo sabemos con exactitud, porque no empieza ni termina el sentir(!): pasa. 
Dándole un poco más de forma a mis ideas: sentir pasa, amar pasa; no tengo 17 años, tengo 17 vueltas al sol, y a alguien se le ocurrió ponerle un nombre a eso.
(qué difícil)
Hablo de lo infinito como algo que no tiene (O QUE NO CONOCEMOS!) ni principio ni fin.
Paréntesis: amor por infinito; cierro paréntesis.
El tema está en que vivimos en el ahora, en el ahora que acarrea con la incertidumbre del después y se deshace del antes; por lo que ahora todo lo que estoy haciendo es infinito, porque no termina (porque no sé cuando termina).
Porque, además, adentro del paréntesis de amar hay otros paréntesis y adentro de esos paréntesis hay otros paréntesis: infinitos. Y afuera de todos los paréntesis está el tiempo y la total infinitud, la infinitud mayor (por no decir "más grande" ya que no se mide la infinitud). Infinitos en otros infinitos en otros infinitos. 
Vos y yo somos infinitos ahora (y ahora viene lo personal).
Nunca somos eternos, pero siempre (mientras vivamos en el hoy) somos infinitos. Y es difícil (imposible casi) no dejarse llevar por la tentación de la fantasía de la ETERNIDAD (nada es eterno), o del PARA SIEMPRE (para siempre mientras viva (mi infinitud)), pero la realidad es que no sabemos. No sabemos si somos para siempre (si vamos a estar por el tiempo que vivamos juntos), no sabemos si en mucho tiempo (estoy intentando no usar referencias temporales ni la palabra tiempo pero no hay otra forma de escribir esto) vamos a amarnos. Pero ahora estamos juntos y ahora no sabemos cuando se va a terminar, ahora no sabemos si tiene fin, por lo que ahora es infinito. 
Te quiero amar para siempre (sí, para siempre), pero por lo menos ya logré amarte infinito (igual ojo, no me voy a conformar tan fácil). Me dolió que me caiga la ficha de todo esto porque me sentía cómoda sin pensar en la mentira de la eternidad, pero es tiempo de amigarnos con la verdad: no existe lo eterno, y no existe el tiempo. Y va a ser lo que tenga que ser, ya sea para siempre o ya sea por un para siempre más corto. Hoy somos infinitos, y eso es lo que importa.

Y todo esto se puede resumir de una forma muy simple: vivir el momento.


11/5/15

¿ c ó m o   e s t á s ?
¿tu vida?
¿tu mamá?
¿tus hermanos?
¿la universidad?
¿el trabajo?
¿amás?
¿alguien?
¿volviste a brillar?





It's hard to remember how it felt before,
now I've found the love of my life.
Passes things get more confortable,
everything is going right.

18/4/15

"are you the kind of person who gets excited or frightened by change? give examples.
-Well, next year I'm going to study in Buenos Aires so I'm excited about starting a new life, but on the other hand I'm also scared because it's a big city where I'm gonna by on my own, and I have to learn a lot of things. So I'm excited but I'm also scared."




"what other things do you think that could mean a change in your life?
-getting your driving license
-starting primary school, secondary school
-going to university
-becoming a father
+a boyfriend. falling in love."

17/4/15

bienvenido a mi vida
bienvenido a mi mundo, en el que lo mío es tuyo
en el que lo tuyo es oro
en el que reinas mi reino
un mundo que se mantiene por tu voz
un mundo que se rige de tus leyes
que se mueve gracias a tu sonrisa
que funciona mejor cuando me abrazas
bienvenido al amor
a llamarte a las 4 de la mañana
a gritar y llorar cuando en el fondo el único deseo es un beso
a mirarte con ojos brillantes
a dar todo por vos
a aprender a amarte
a sentirte en cada parte de mi cuerpo
a querernos de día, a querernos de noche
a compartir la vida, las horas
morir y matar por un roce, cuidarnos de todo mal. amar es destruir y ser amado es ser destruido, pero amar es reparar y amar es proteger, y amar es aceptar que aunque estemos en pedazos siempre se va a poder arreglar. juntos.
te quiero.
bienvenido al primer paso (lindo pensar en todo lo que nos falta descubrir)

31/3/15

niño del blog:

"¿Obsesión = amor?"
Te respondo acá porque me parece algo interesante para escribir. Y además hay algo en lo que vengo pensando bastante últimamente que se relaciona: qué es estar enamorado.


obsesión

f. Idea,deseo,preocupación,que no se puede apartar de la mente:

Creo que hablar de una obsesión amorosa es un tanto fuerte, o enfermizo. No sé si podría describirse con el total sentido literal de la palabra. Pero, en cierto modo, creo que tiene una parte obsesiva.
Nuestros instintos como humanos son por lo general para defendernos a nosotros mismos. Pensamos por y para nosotros, tenemos una naturaleza egoísta. Ponemos nuestra vida como privilegio, nuestra supervivencia, nuestro bienestar, nuestras decisiones (esto se ve afectado por la sociedad, por el entorno, por "inventos" como los amigos, por la idea del no-egoísmo, por la educación; hoy en día lo correcto es pensar en el bienestar común,  pero los instintos siempre intentan protegernos a nosotros mismos); pero cuando aparece esa persona tan "vital", nuestra cabeza y nuestras prioridades comienzan a alterarse, poniendo primero al ser que tanto necesitamos. Todo empieza a dar vueltas al rededor de ese alguien, de repente nos vemos dispuestos a sufrir por otra persona, a dar todo por otra persona, a tomar decisiones que beneficien a otra persona aunque eso signifique dolor. 
Nos enamoramos tan lento, tan rápido, de una forma tan sutil y a la vez tan brusca. No medimos el tiempo, no existe el tiempo, los días pasan rápido. Nos acostamos con sonrisas, y apenas nos levantamos nuestra cabeza se infecta de esa persona. Nos hacemos más sensibles, más vulnerables. Lloramos más fácil, nos volvemos un poco dependientes. 
Todo en ese alguien está bien. Emana perfección, belleza sin fin. Nos encanta, nos encanta todo. Cada centímetro es hermoso, cada defecto no es defecto.
Haríamos todo por satisfacer a esa persona, por darle lo que quiere. Sufrimos por esa persona, y lo aceptamos. Entonces, supongo, es un poco obsesivo. Pero el amor es obsesivo. Amamos y destuimos, nos aman y nos destruyen, y lo aceptamos. Porque el amor te ciega. Nos lastiman y nos encanta. Y después de que nos hayan roto, buscamos alguien que pueda volvernos a armar, sabiendo que probablemente nos vuelvan a romper.
Pero es así. Y tiene un sentido trágico hermoso. Me gusta el amor, aunque me reduzca a cenizas.

26/3/15

quiero perderme en tus brazos, quiero que me dejes sin aliento
quiero desafiar al tiempo en una noche, quiero querernos con pasión
quiero ver el mundo a través de esos ojos tan penetrantes, quiero que me muestres todo
quiero saber todo de vos. quiero todo de vos.
quiero dejar marcado tu corazón, quiero que me mires con deseo
y me enseñes todo lo que sabes
(.vayamonos a nueva york.)

24/3/15

Estaba muy adentro tuyo. Estaba analizando cada oración, escuchando como acariciabas las palabras antes de que salgan de tu boca. Entendía todo, lo entendía a la perfección, lo estabas haciendo tan bien, por más que sé que te cuesta expresarte -en palabras-. La primer hora de sol nos contorneaba los ojos, inundando de luz el auto. Tu mano derecha en mi muslo izquierdo, afirmándome, dándome seguridad. Y estaba segura, estaba bajo tu protección, bajo tu amor.
Cuando alguien nos lastima en serio, nos deja heridas internas. Puntos débiles. Un momento que puede marcarnos incluso sin que nos demos cuenta. ¿Nunca les pasó que algo que les dolió les vuelve a doler como la primera vez? Sin que esté pasando de nuevo. Recuerdos que traspasan, que destruyen, que aniquilan. Recuerdos que vuelven a cobrar vida, que casi dejan de ser recuerdos.
Era consciente de que me dolía. Me había acostado con lágrimas en los ojos bastantes veces por eso, y sabía que si lo pensaba, me afectaba. Que si lo volvía a analizar, que si volvía a leer lo que escribí ese día, que si volvía a mirar el lugar, me hacía lagrimear. Nunca me imaginé que una palabra, una sola palabra -un nombre-, iba a poder desmoronarme tan rápido si salía de tu boca, si la escuchaba con tu voz.
Y lo dijiste, me hablaste de ella. Y dejé de escucharte, tenía los ojos clavados en la nada, abiertos sin mirar. Y vos seguías hablando, yo no escuchaba nada. Ya no analizaba lo que me decías y ya no me sentía segura. No sentía lo que tocaba, no sentía tu mano, no veía, no escuchaba. Noté como se me aceleraba el corazón, y como mi respiración se hacía menos controlable. Como aumentaba el ritmo, como se hacía más fuerte, como cada vez necesitaba más aire, más aire, más aire. No quería llorar, no quiero que me veas llorar, no quiero que pienses que soy frágil, no quiero que sientas que tuviste tanto poder sobre mí, no quiero que lo sepas. No quería estar más ahí (físicamente, porque mentalmente ya no estaba ahí), no quería estar cerca de esa cosa que me había hecho tan mal. No quería volver atrás. Me intenté tranquilizar, intenté. Y mientras más fuerza hacía, más se me cristalizaban los ojos. De repente una capa de agua me los cubría, y me temblaba todo. No hay que intentar frenar las lágrimas, porque solo conseguimos más. Me sentía tan vulnerable. ¿Seguías hablando? ¿Te diste cuenta en seguida? ¿Qué estaba pasando? Estaba débil, estaba angustiada. Tenía un nudo tan grande en la garganta que hasta podría haber sido físico.
Y cuando empecé a llorar, en frente tuyo, por segunda vez, supe que no iba a poder parar.
Y fue una sola palabra la que me apuñaló. Fue un flashback tan real.


Confianza. Confianza. Confianza. 
Amor.
Te quiero, me querés. Somos. Somos.
Somos.
Me querés. Sí, me querés.
Te quiere, tranquila. Estás bien.
Estamos bien. Estoy bien. Perdón. 
Confianza. 
No puedo. Nunca voy a poder. No puedo, me duele.
Dimitri, me duele. Dimitri, Dimitri, no me sueltes. 
¿Por qué?
No, no, no, no. No.
Tranquila. Miralo. Sentilo. Está acá, ahora está acá, ahora está con vos.
Está con vos. Te quiere. Me querés. Me querés.
Estamos bien. 
Miralo. Está bien. Miralo. Es real.
Amor.
Es real.

2/3/15

Me tapaste los ojos, me agarraste las manos. Me pediste que confíe en vos. Y que avance, sin saber a donde voy, apoyada en tus manos, en tus palabras, en tu corazón. 
Y lo hice, y lo hago. Y no te conozco, y desconfío, y me cuesta horrores dar cada paso. Y de vez en cuando, sé que me soltás. Sé que me puedo caer en cualquier momento. Lo único que pido es que no dejes que eso pase. Quiero que me sostengas, o que me avises si me vas a soltar.
La verdad es que soy un algo que hace tiempo se quebró, y como nada nunca vuelve a ser lo mismo, mi fortaleza es mayor, pero también mis miedos. Y el miedo nos hace vulnerables. Y soy vulnerable ante vos. Y no quiero volverme a quebrar. No quiero. Por favor.
Ruego.
Quereme, o anticipame.

27/2/15

Fuiste la primer persona que supo ver tanta belleza en mí, incluso cuando ni yo la veía.
Me salvaste, supongo.
Y por eso te quise tanto.

12/2/15

no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo
no soy lo que veo

5/2/15

tan perfectamente equivocado, tan que parece que está bien, perfección, camuflaje, tan real

3/2/15

y ahora cierro mis ojos para pensar en los tuyos un rato
en tus ojos y en lo mucho que me encantan
en el marco de pestañas que siempre te dije que me gustan
y en cómo me miraste esa noche, y en cómo las palabras no dejaban de salir de tu boca
y en que eran dagas, y en que yo sangraba
y sangro, a veces, cuando te pienso
y en que estoy parada de nuevo en el mismo lugar que antes
pero ahora estoy un poquito peor

24/1/15

Creo que lo que más me duele son las ganas que me quedan de conocerte un poquito más.
Siempre me pareciste interesante, ¿sabías?
Y creo vos también podrías haberte quedado feliz si me conocías, por lo menos, un poco más.
Supongo que tengo que culparme. A mí y a esa cabeza de "yo puedo con lo que ustedes dicen que no". 
Mi cabeza.. mi cabeza es tan distinta. Mi cabeza me aniquila. ¿Por qué lo digo por acá? Bueno, fácil. Estoy tan avergonzada. Tan dolida.. que no creo poder mirarte ni a los ojos de la vergüenza. No sé por qué, no sé cuándo creí que iba a poder ser algo, que iba a poder significarte algo. Que ibas a poder sentir un mínimo de afecto, que me extrañarías, que te importaba, que te gustaba.
Y vos.. vos eras tan vos. Vos eras tan bien. Y tan mal. Pero más bien que mal, porque sonreía cuando pensaba en vos, y eso es un bien. Eras tan nuevo, tan distinto, tan fresco, tan llamativo. Brillaste desde la primer conversación que tuvimos. Te juro que brillaste.
Ojo.. no quiero que se malentienda todo esto. No estoy enamorada ni mucho menos, es decir. Dos meses no me alcanzan ni a mí para un sentimiento real. Pero yo no te cambiaba.. Yo estaba dispuesta a acostumbrarme a vos. "No creo que podamos tener algo serio nunca".
¿Qué es lo que hice mal? Eso es lo que no me dejó de dar vueltas en toda la noche. Porque sí, acá va la víctima de nuevo, desde que toqué mi cama no dormí ni un minuto. Y te juro que intenté. Sabes que me gusta la sinceridad. Me dijiste que eso te gustaba.. me dijiste tantas cosas.
Sé que no sos la muerte, sé que no sos el fin, sé que no sos angustia eterna. Pero sé que me dolés, y me dolés mucho, hoy me dolés mucho, porque creo que dabamos para un tiempo más. Te dí todo el tiempo del mundo, y un error que ya cometí te llevó a decidir todo solo, te llevó a querer alejarte. Te banqué todo lo que me hacía agujeritos porque sabía que así era como lo necesitabas, sabía que era lo que querías. Y, Dios, todos me lo dijeron. "Con él no."Cuidado."Vas a terminar mal vos."Él no siente, él no quiere.". Pero por qué iba a dejarme guiar por lo que para mí no era real, si te tenía a vos del otro lado convenciéndome de que iba bien.
Sabes que amo escribir. Bah, creo que lo sabes, y por eso es que escribo tanto. Perdón. Ahora te digo que no hace falta que lo leas todo, porque tengo mucho para decir. En realidad, estoy empezando a darme cuenta de que nunca lo vas a leer, pero, qué más da, si puedo sacarmelo yo.
Y por qué no te lo dije ayer.. Porque me bloquié. Porque todo esto lo resumí en un "No, pará, no quiero" que no te importó. No quiero, no quiero todavía. Me maquineo pensando en que me dirías si yo te estuviera diciendo todo esto, y todo lo que me imagino es tu sonrisita perfecta riendose, la vergüenza en mis ojos, las lágrimas. "No, no, no, no me llores. No me grites. Ya el hecho de tener que estar acá hablando con vos me jode". (Ah, y cambio algo que dije. Sí dormí, una hora apróximadamente. Y te soñé, por primera vez te soñé. Y era una cinta de esas de los aeropuertos lleno de piedritas, pero terminaba en un pozo. Y yo era una piedrita. Y vos estabas parado en frente. Y yo avanzaba, avanzaba. Ya habíamos discutido. Y llegaba al final, y me ibas a agarrar. Juro que me ibas a agarrar. Yo no te podía ver, pero sentía tu respiración, pensando. Y entonces me dejabas caer. Entonces me caía. Y vos te ibas.)
"No te pongas mal, él es así."
¿Por qué todos me dicen eso? No puedo entender cómo quieren que no me ponga mal. Será porque ustedes tienen 18, 19, y yo 16. Y porque yo siento más. Y porque todos sabían que esto iba a pasar, menos yo. Supongo entonces, por conclusión, que es mi culpa por no haberme dado cuenta antes. 
"Capaz es eso, capaz sos mucha chica para mí."No quiero verte mal por mí".
¿Tengo que creerme algo de eso? Te juro que no entiendo. No me cierra nada. Estábamos tan bien y de una hora para la otra ya no querés verme más. Ya no te intereso. Pasó una, dos horas. ¿Cuánto te puede cambiar la cabeza en dos horas?
Bonita. Bebé. Holasosrelindachau. Taaaan lindo? Dormimos juntos ya. Cosita. Di. Val. Naranja. Valens. Kiss me hard. Tu música. Just be. Mi coreografía. Man. Vieja.
¿Tanta película me armé? Pero sí ese mismo fin de semana me habías tranquilizado. ¿Tanto podes cambiar la cabeza por un error? 
Y creo que ahí está el punto. No cambiaste tu cabeza, tu cabeza siempre fue así. Tardaste un poco en decirmelo. Sabías que me importabas. Podrías haberme tirado una onda antes de que pasen cosas.
Y creo que la única conlusión que puedo sacar es que al final es mi culpa, por no haber abierto los ojos. Por ser cómo soy. Por encariñarme rápido. Porque yo me encariño rápido, yo dejo todo. Vos no sabes querer, no querés. No sé, ¿miedo? ¿experiencia?.
No sé.
Pero ahora y por un tiempo creo que yo tampoco voy a abrirme.
Pero ojo.. que duele, duele. Pero no pienses que te quiero. Porque si logré algo fue eso, no quererte. Me esforcé por no quererte, para poder quererte cuando tenga que ser. Para darte tu espacio. Porque, por más que no te hayas dado cuenta, te juro que intenté darte todo lo que me dijeron que necesitabas.
Mala mía. 
Suerte, espero que algún día encuentres a alguien que no te atemorice querer.

18/1/15

Pensé que podía cuidarme sola, pero estoy completamente desnuda ante vos.
Con vos no puedo cuidarme sola, con vos soy vulnerable. Con vos estoy al borde de la muerte.
Y me encanta.

3/1/15

quiero verte de nuevo
abrazarte un rato
preguntarte como estás
sentir que no te perdí del todo

1/1/15

somos música

Mamá, por qué me tenes que dejar hacer un tatuaje antes de que cumpla 18:
Creo que en el 2011 decidí que "somos música" es la frase que quería llevar impregnada en mi ser por siempre. Decirla me genera una electricidad que me recorre todo el cuerpo a la velocidad del sonido, me hace sentir que no soy más que una vibración más, una vibración más en esta gran esfera compuesta de vibraciones. Y es que, todos somos vibraciones. Todos tenemos esencias, tenemos alma, todos estamos conectados como seres humanos a través de algo más que una simple cosa física. Llenamos nuestros pentagramas de fusas, corcheas, blancas; todo para cuando, al partir, formemos parte de la canción infinita en la que estamos destinados a vivir.
El humano es una especie que vive en constante evolución pronunciada. Si reducimos los miles de millones de años que tiene la tierra a un día, el humano no se detendría ni una hora en una misma forma. Siempre cambiamos, siempre estamos en etapa de cambio. Tanto física como mentalmente. Como todos los seres vivos, crecemos. Pero lo vivido por un humano no se compara con lo vivido con un perro, ya que son sensaciones y emociones distintas. Yo no sé qué pensarán los animales de la música, pero quiero pensar que simplemente la entienden. La entienden como una joya más de nuestro mundo.
Pero nosotros somos música en su estado más puro. Desde que empezamos con la formación del sistema nervioso dentro del vientre de nuestras mamás, empezamos a sentirla, a vivirla, a amarla. Respiramos música en cada segundo y rincón que existe, desde que los neandertales bailaban en sus rituales gritando y emitiendo sonidos, hasta las calles de Buenos Aries donde respiramos tango, el medio de la nada cuando la naturaleza te canta al oído de la más sutil manera, en nuestras casas encerrados descargando mil emociones con un tema, llorando música, gritando música, sintiendo música música, amando música. Somos música cuando decimos la primer palabra, somos música cuando en nuestro momento de morir suena en el fondo de nuestro subconsciente una canción.
La sentimos en el momento en el que un buen blues nos posee y no podemos no marcar el ritmo, cuando nos bañamos y con las manos imitando un micrófono comenzamos a deslumbrar al público de jabón, cuando en vez de rompernos la mano descargando la ira con la pared la descargamos con cerrar los ojos y dejarnos mover, cuando se nos eriza la piel al escuchar una voz gloriosa, cuando nos enseñan a hablar e inconscientemente es con ritmo, cuando se nos "pega" una canción, cuando en los momentos más hermosos podemos escuchar música de fondo en nuestro subconsciente.
 La sentimos cuando somos, cuando dejamos que nos penetre.
Entonces nos convertimos en ella, en esa cosa tan magnífica, en ese placer público, en ese lujo que todos nos podemos dar. El de ser música, el de tener música todo el tiempo aunque sea el sonido del viento. 
Para mí es muy importante. Sin exagerar puedo decir que la música fue para mí una madre más, lloré en sus brazos, crecí en sus brazos, me alimentó y me formó, me educó, me enseñó. Y quiero, de una forma muy humilde, dejar constancia de lo que siento. 
Por todo esto má, quiero que sepas que el tatuaje no es un capricho, es algo que deseo con locura. Y 
que tengo conciencia de por qué lo quiero. Te amo, pensalo.